Dinamica Consciente

De “mala y buena postura” a organización corporal y manera de moverse

La Dinámica Consciente propone un nuevo paradigma en torno a la manera de entender nuestro cuerpo. Deja a un lado el concepto de “mala y buena postura” para hablar, en su lugar, de la organización corporal y su manera de funcionar, de moverse.  Ambas, sin ser buenas ni malas en sí mismas, nos han valido para disfrutar de los placeres de la vida y sortear de la mejor manera posible sus momentos de dificultad. 

Nuestra organización corporal responde a nuestra manera de vivir y de hacer. Cómo sentimos la vida y cómo nos desenvolvemos en ella moldean nuestra forma corporal, definen su organización y condicionan la manera en la que nuestro cuerpo es capaz de ejecutar los movimientos. La agilidad, amplitud de movimiento y tono muscular son una consecuencia y reflejo de cómo vivimos nuestra vida. 

Los movimientos repetitivos, los excesos de trabajo, de esfuerzos, las situaciones de estrés, la auto-exigencia, las inseguridades, entre muchas otras posibilidades, dan base a un cuerpo incómodo, limitado en sus movimientos. Por el contrario, vivir en coherencia con aquello que sentimos que nos alegra la vida, que se siente agradable y le da sentido, sin exigirle a nuestro cuerpo más de lo que pueda dar de sí, es capaz de generar una respuesta física de bienestar. Invita y deja espacio a ciertos músculos para que  suelten sus tensiones liberando las articulaciones con las que interactúan y poder disfrutar, de esta manera, de movimientos más armónicos, amplios y placenteros.

De “tengo un cuerpo” a “soy mi cuerpo”

La Dinámica Consciente entiende el cuerpo como algo que somos y no algo que tenemos. Lo segundo sugiere algo ajeno. Sugiere un objeto al que podemos cuidar, exigirle o incluso controlar; con el que podemos disfrutar o sufrir. La primera opción, por el contrario, nos propone una realidad en la que simplemente soy. Soy el cansancio, soy la alegría, soy las tensiones, soy la relajación. No cuido un cuerpo, sino que me cuido. No le exijo a un cuerpo, sino a mí misma/o. Escuchar a mi cuerpo es escucharme. Sentir mi cuerpo es sentirme. 

Cuerpo y neuroplasticidad

Si tenemos en cuenta que nuestro cuerpo (sus músculos, articulaciones, órganos, sistemas) queda enlazado en respuestas emocionales y patrones inconscientes de comportamiento, podremos comprobar cómo, al afinar nuestra percepción corporal, liberar tensiones musculares y recobrar agilidad y movilidad articular, puede dejar de hacer aquello que hacía sin que nos diéramos cuenta. Entramos de esta manera en el terreno de la neuroplasticidad desde un abordaje corporal. Hacemos “cosquillas” a las Redes Hebbianas.

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Sobre las Redes Hebbianas:
“El psicólogo canadiense Donald O. Hebb (1904 – 1985) definió un principio básico en referencia al modo en el que se forman lo que hoy conocemos como redes o patrones neuronales.(…) Frente a ciertos estímulos, tanto internos como externos, algunas de esas combinaciones de neuronas se activarán en conjunto. A su vez, cuando un grupo de neuronas se activa, estimula sus neuronas vecinas y, con el paso del tiempo, los lazos con estos vecinos se fortalecen. De esta manera creamos nuestros patrones de conducta, basados en la información que percibimos de dentro y fuera de nuestro cuerpo, en la manera en la que nuestra mente la procesa y asimila activando redes neuronales pre-existentes o, incluso, creando conexiones nuevas entre neuronas.” *
Somos capaces de fortalecer dichas conexiones o debilitarlas.
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¿Qué significa que el cuerpo “deja de hacer aquello que hacía sin que nos diéramos cuenta”? Significa que deja de contraer ciertos músculos que forman parte de actitudes de defensa. Músculos cuya acción, por ejemplo, rota nuestros hombros hacia adelante, arquean nuestra cintura lumbar, bloquean nuestro diafragma, tensan nuestras cervicales y mandíbula, limitan la movilidad de nuestras caderas. Respuestas típicas ante situaciones de estrés breves o mantenidas en el tiempo.

A medida que nuestro cuerpo se va liberando de estas acciones inconscientes, va estando cada vez más disponible para disfrutar de esas actividades que nos dan placer: bailar, hacer deporte, cantar, meditar, sentirnos a gusto en nosotras/os mismas/os.

 


*Fragmento de: La historia en mi cuerpo – realidad, cuerpo y neuroplasticidad
por Gretel de Escalada (https://www.safecreative.org/work/1705292453211-la-historia-en-nuestro-cuerpo).

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